El camino va paralelo al rio Tenes. Es un paisaje muy bonito en cualquier época del año, aunque vale la pena hacerlo después de una buena lluvia para poder ver saltos de agua.
Una imagen del camino.
Si vais con bebés, llevaros un buen portabebés, ya que, aunque todo el rato es pista forestal, es bastante pedregoso.
El restaurante es ideal para ir con niños pequeños. Tiene mucho espacio al aire libre para que puedan jugar y corretear sin que molesten, y si hace buen tiempo se puede comer fuera. La comida que sirven está bastante bien y el precio es muy asequible. Además, adaptan los platos para niños. Si vais, preguntad por un menú cerrado que tienen por 25 euros. Os ofreceran un pica-pica de lo más completo seguido de una parrillada de carne y un helado de postre. En el precio os incluyen la bebida (vino de la casa con gaseosa y agua). La relación calidad-precio-cantidad es buenísima y os darán perfectamente envuelto lo que haya sobrado sin pedirlo.
El restaurante de la Font de la Pineda.
La excursión dura unos 40 minutos (si vais con niños pequeños contad entre la ida y la vuelta un par de horas). Al empezar lo primero que nos encontramos es un gran platanero centenario precioso.
El platanero.
Por el camino nos encontramos con el antiguo molino de la Madella y la antigua central eléctrica.
El molí de la Madella.
El monasterio lo vimos de lejos, ya que empezaba una zona con rocas muy grandes y no íbamos solos. No nos pareció adecuado para Nene, que tiene tres años, así que paramos a descansar un poquito y emprendimos la vuelta.
El monasterio de Sant Miquel del Fai.
Es una excursión que vale la pena. Los niños lo pasan bien y es un recorrido cortito sin ninguna dificultad. También podréis admirar los Cingles de Bertí. Muy bonitos e impactantes.
Els Cingles de Bertí.
Es un sitio al que volveremos más de una vez.
Saludos excursionistas.
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