viernes, 26 de abril de 2013

El sitio donde sale el sol.

El título de este post viene de un cuento que yo conozco en catalán: el cargol i l'herba de poniol (en castellano sería el caracol y la hierba de poleo).

El cuento explica que un caracol se arrastró durante siete días y noches buscando el sitio donde salía el sol. Cogió dolor de barriga y decidió arrancar una hierba de poleo para hacerse una sopa y curarse, pero la hierba estaba tan arraigada que no pudo arrancarla. Distintos animales fueron apareciendo e incorporándose para ayudarle a arrancarla (concretamente y por este orden: un escarabajo, una rana, una ardilla, una liebre y un buey). Finalmente, con la colaboración de todos, consiguieron arrancar la hierba y, en agradecimiento, el caracol los invitó a todos a sopa de poleo.

Se empieza a adivinar por dónde saldrá... ¡qué nervios!

Y ¿a qué viene todo esto? Bueno, hace poco Nena se despertó de madrugada. Estabamos fuera compartiendo habitación los cuatro, y como Nene llevaba durmiendo del tirón desde las seis de la tarde (dejémoslo en que fue un viernes un poco activo), se desveló y declaró que ni tenía sueño, ni pensaba seguir durmiendo.

Papa no lo dudó ni un instante. Estábamos despiertos, desvelados y con pocas perspectivas de poder dormir, así que preguntó ¿te gustaría ver salir el sol?

Al principio sale un rayito que recorta el mar. Los colores son alucinantes y son distintos según la época del año.

Nene abrió mucho los ojos ¿como el sitio donde quería ir el caracol? Sí, el sitio donde sale el sol...

Lo bonito de esta excursión es que no hace falta ir a ningún sitio especial para disfrutarla. Puede ser tan bonita en la montaña, como en el mar o la ventana de tu casa (si está bien orientada, claro).

El madrugón vale la pena, desde luego.


Nosotros tenemos un rinconcito especial, donde Nene vio el sitio donde sale el sol. Buscad vuestro sitio donde sale el sol, porque vale la pena vivirlo cuando se tiene tres años y es muy especial cuando lo vives a través de sus ojos.

Os ponemos la secuencia del amanecer del sitio donde sale el sol. A Nene le gusta tanto que la llevo al cole y se la enseñó a sus compañeros y amigos.




Animaos a madrugar con vuestros retoños y disfrutad de los colores con los que se viste el sol. Es un espectáculo inolvidable, tengas tres años, tengas noventa. ¡Ah! Y que no os pase como al caracol... no tengáis dolor de vientre...

Saludos excursionistas.

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