jueves, 14 de marzo de 2013

El Ibón Azul.

El Ibón Azul es el primero de los llamados Ibones de Escarpinosa. Se encuentra dentro del parque natural de Posets-Maladeta. Es, probablemente, una de las excursiones más bonitas que hemos hecho.

Y ¿qué es un ibón? Un ibón es un lago que se ha generado por el deshielo de un glaciar y que se alimenta del deshielo de la nieve. Es una palabra en patués, que es el idioma que se habla en la zona de Benasque. La traducción de ibón al castellano, podría ser "poceta".

En esta entrada, veréis que utilizamos bastantes términos en este idioma, ya que es como se conocen los lugares. Y os colgaremos muchísimas fotos, puesto que todo el trayecto vale la pena.

¿Cómo no va a valer la pena esto? Es una panorámica del Ibón Azul.

Como es una excursión de alta montaña, aunque es fácil, también os daremos algunos datos técnicos (como se accede y descripción del camino) y una previsión de tiempos, para que sepáis lo que os podéis encontrar.

Punto de partida: Párquing de la pista del Valle de Estós.
Desnivel: 824 metros.
Distancia recorrida: unos 16 kilómetros.
Dificultad: sin ninguna dificultad. Yo la recomendaría para ir con portabebés o niños de más de cinco años.
Tiempo de ida: unas tres horas haciendo muchas paradas (es una aproximación basada en lo que paramos e hicimos nosotros).

Primero de todo os cuento cómo llegar al parquing. Si salís de Benasque y vais dirección los Llanos del Hospital (A-139), a 2.6 kilómetros os encontraréis un puentecito que lleva a al Camping Aneto, seguís adelante dejando el camping atrás y llegaréis al párquing. Parece que es de pago, pero las veces que hemos ido nosotros (octubre y mayo) era gratuito. Si hay muchos coches o no queréis pagar, se puede aparcar al ladito del camino.

A partir de aquí empieza la excursión. En su gran mayoría transcurre por un GR (GR11), así que está bastante bien señalizada.

Tomáis el GR y lo primero que encontraréis es el embalse de Estós (a unos 600 m).

Pese a ser artificial, es un embalse muy bonito.

Es muy llamativo lo estrecho y profundo que es. En esta época estaba con poca agua.

Si vais en época de deshielo hay un montón de cascaditas.

Tiene una gruta muy chula y cuando se hiela el agua tiene carámbanos.


Siguiendo la pista llegaréis a la Palanca de Aguacari (1460 m.). Una "palanca", en patués, es una pasarela. Se tarda unos tres cuartos de hora en llegar.

Muy bonito y pirenáico ¿verdad?
 
El río Estós desde la Palanca de Aguacari. Espectacular.
 

Seguimos adelante hasta llegar a la Cabana de Santa Ana (1500 m.). Cuando lleguéis aquí llevaréis una horita más o menos de camino. Es un refugio de pastores con una figurilla de Santa Ana. El sitio es bastante pintoresco y es buen lugar para hacer una parada. Es muy probable que os crucéis con vacas, ya que es una zona donde se suele soltar al ganado cuando se va la nieve y no se vuelve a recoger hasta que empieza el frío. Aprovecho para recordaros que estaréis en un parque natural, por lo que no podéis llevar animales (sólo pueden estar el ganado y los perros pastores).

Aquí una señora vaca. Si no la pongo, Nene me crucifica.

Como podéis observas, de momento, se va bordeando el río Estós.

Las vacas, como veis, ni se inmutan cuando pasa alguien.

Seguimos el camino y un cuarto de hora después llegaremos a la preciosa Fuen de les Corones (1568 m). El sitio parece sacado de un cuento de hadas. El agua se puede beber perfectamente (y la de los ibones también), así que podéis reponer el agua de las cantimploras con toda tranquilidad.

No diréis que no os dan ganas de buscar una seta con un gnomo viviendo dentro.

Unos 500 metros más adelante os encontraréis con una bifurcación que está señalizada (1580 m.). Debéis tomar el de la izquierda, que está señalizado como "Cabana de Batisielles". En este punto llevaréis como una hora y media. Os encontraréis que tenéis por delante una fuerte subida en un bosquecito bastante tupido y muy bonito.

El bosque, bastante cerradito, pero si hace sol y calor se agradece.

La subida no es cosa de broma, aunque se hace con bastante facilidad.

Después de una media hora llegaréis a un puente metálico que cruza un torrente llamado la Aigueta del Pino (1754 m.)

Muy idílico ¿verdad?

Desde este punto, el camino empieza a zigzaguear más, por lo que la subida se hace más liviana, y en media hora habréis llegado al Ibonet de Batisielles (1888 m.).

Una panorámica del Ibonet de Batisielles con las Tucas de Ixeia detrás.

Las Tucas de nuevo.

Otra más. Apetece estar allí ¿verdad?

El agua de origen glaciar es de una transparencia sorprendente.

Un paisaje magnífico como pocos.


Seguimos el camino indicado a los ibones de Escarpinosa (no os confundáis de camino o acabaréis en el refugio de Estós, al que haremos también una entrada). Al principio el camino es llano, y luego llegaréis a una zona un poco pedregosa en la que tendréis que triscar un poco. Si vais con niños será, probablemente, el trozo más complicado.

Hay que triscar un poco, pero parece más difícil de lo que es.

Hay muchos saltos de agua muy bonitos.

Todo el camino es un regalo para la vista. Aquí podéis ver la Agulla de Perramó.

Un árbol muy típico del Pirineo.

Finalmente llegaréis al Ibón Azul (2034 m.). Si bordeáis el ibón por el lado oeste y seguís llegaréis a su hermano, el Ibón Verde (el nombre les viene por el color del agua). Ambos forman los Ibones de Escarpinosa.

Puede ser durillo, pero vale mucho la pena.

El sitio es tan bonito que vale la pena subir comida y quedarse a pasar el día. Eso sí, tened en cuenta que estáis en valles muy estrechos, por lo que el sol y la luz se van muy pronto (o sea, recoged y bajaos rápido nada más acabar de comer u os alcanzará la noche).

Pocas veces habréis visto aguas como estas.

Es tan bonito que se embotan los sentidos.

El agua es de una transparencia que parece increíble.

¿Os atrevéis a bañaros? Podéis hacerlo, pero sabed que rara vez el agua de los ibones supera los 4º C.

Otra vista, aunque el agua se ve verde en vez de azul.

Aquí arriba no hay estres, ni problemas, ni...

Poder estar un ratito ahí es un regalo de los dioses.

La tartera que lo envuelve. Creo que las montañas del fondo son el macizo del Perdiguero.

Aunque la vuelta suele ser más rápida, contad que tardaréis unas dos horas y media. Se os hará duro, pero no por el cansancio o la dificultad del camino, sino porque ¿quién quiere irse de un sitio así?

Un detalle de despedida.

No es una excursión complicada, se puede hacer perfectamente con niños y realmente vale la pena. El sitio es bonito a más no poder.

Recordad las normas básicas cuando vayáis. Y aseguraos de llevar un buen par de botas que os sujeten bien el tobillo. Y dejadlo todo tal y como está. Haced muchas fotos, pasadlo bien y nos vemos en la próxima excursión.

Saludos excursionistas.

1 comentario:

  1. Preciosa la zona, la recuerdo como uno de los sitios más bonitos que he estado en Pirineos. Ver los picos reflejados en las frías aguas del ibón (mi cuñado y su hijo se bañaron...), en el silencio y la soledad -ese día no había senderistas arriba, más que nosotros cinco- es una imagen, unas sensaciones, que dejan impronta. Gracias por traerme estos recuerdos.

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